Ya estamos en la segunda temporada. Hasta el momento la repercusión ha sido nula. Me importa, pero no merma mis ganas de seguir adelante. Gracias a esta resurrección, me he estado poniendo al día, y eso es de agradecer. El mundo de la música ha cambiado muchísimo, y todo este tiempo ha sido un curso de reciclaje a marchas forzadas. Ni nada es mejor que antes, ni el pasado nos hará libres. Es cuestión de mantener el buen gusto y la hoja del cuchillo bien afilada, además de tener grandes dosis de paciencia y mucha perseverancia. Que este año nuevo nos ilumine lo suficiente para no perdernos en esta senda de elefantes.
Rur
Rur