Tengo la impresión que todo lo que viene de las islas británicas está cortado por el mismo patrón. Suena impoluto, es fácil de asimilar, luce bonito de ver... pero carece de lo más elemental que se le puede pedir a un producto pop: no hay ni rastro de emoción alguna. Desde Editors o Franz Ferdinand nada me ha dejado con la boca abierta. Y curiosamente, desde la "conservadora" Norteamérica, nos llegan ciertos intentos de reivindicar aquello del factor sorpresa en este 2010. Gracias a un blog llamado The Last Dancer (para nuestra desgracia ya no existe, y alguien ha gaseado la mayoría de sus links de descarga, lo que me ha privado de descubrir más gemas), he conocido el debut discográfico en plan álbum de tres nuevos grupos: Veil Veil Vanish, Foxes In Fiction y The Delta Mirror.
VVV son un quinteto de San Francisco. Lo suyo es la reivindicación por enésima vez de aquello etiquetado como after punk. A mí me suenan mucho más a The Cure que al resto de sus coetáneos. No son nada originales, pero lo que hacen lo hacen muy bien. Sonido arrebatador gracias al productor Atom (Yeah Yeah Yeahs, Maximo Park), bonita portada y un sello con experiencia en el rollo gótico, Metropolis. Change In The Neon Light se llama su puesta de largo.
Mucho más interesante me resulta Foxes In Fiction. Detrás de este proyecto unipersonal está Warren Hildebrand, canadiense de Ontario, que desde su apartamento nos da una buena dosis de indietrónica de la buena, esa que es delicada y melancólica, pop y experimental, evocadora y contagiosa a la vez, en una cantidad generosa para nuestros oídos, sedientos de estímulos inteligentes a estas alturas de la película. Graban para Moodgadget, y se lanzan al vacío con Swung From The Branches (la portada es fiel reflejo de lo que hay dentro).
The Delta Mirror están en medio de los dos anteriores. Ni oscuros, ni electrónicos, pero inversamente proporcionales, beben de ambas fuentes para parir algo parecido a un shoegazing tristón de primeros de siglo. Son un trío, vienen de Los Angeles, graban para Lefse Records y se estrenan con Machines That Listen. Otro ejemplo más de que los americanos son más europeos que los propios europeos cuando se lo proponen, y que son capaces de darnos lo mejor y lo peor que te puedas imaginar (en este caso, lo mejor, y con creces).
Está visto que se aburre quien quiere, los caminos del pop son inescrutables.
Seguimos recuperando esas joyas que nos trajo 2010, y que por una u otra razón se quedaron durmiendo el sueño de los justos. Ahora le toca el turno al ignorado Mark Van Hoen (Seefeel, Locust, Autocreation). En abril pasado editó su último álbum en solitario, Where Is The Truth (City Centre Offices), una aproximación interesante a una suerte de ambient pop de tintes analógicos y oscuros. Mark se ha trasladado a Brooklyn, pero su música sigue siendo eminentemente europea. Un ejemplo más de ese tipo de músicos que prefieren seguir su prpio camino a venderse a los cantos de sirena de las modas, que una y otra vez van distorsionando los efectos reales de la creatividad. Esos que nunca verás en determinados festivales postmodernos, pese a lo avanzado de su propuesta. Menos mal que cierta industria discográfica nunca los dejará de lado.
Devo no publicaba ningún álbum desde 1990, pese a que el grupo estaba vivo, haciendo actuaciones en directo y componiendo música para anuncios, videojuegos, dibujos animados y películas. Salió el 14 de junio pasado con Warner Bros., y es el noveno de su carrera. Han contado con la colaboración en las labores de producción de sangre fresca: Andrew Clark, John Hill, John King (Tenacious D.), Greg Kurstin (The Bird & The Bee), que además hizo de mezclador, Mark Nishita y Santi White (Santigold), que han dotado al disco de una frescura impropia de unos sesenteros. La crítica ha recibido muy bien Something For Everybody, una obra orientada al synth-pop más bailable y nuevaolero (en los USA lo califican como synth-punk). Las letras siguen criticando las disfunciones y mentalidad de rebaño de la sociedad americana. A destacar la campaña satírica de marketing a través de una serie de vídeos y comunicados vía Devo, Inc., donde arremeten contra la investigación de mercados y la programación radiofónica. En fin, un notable para los chicos de Akron (reapariciones más patéticas hemos visto últimamente).
La semana que viene, exactamente el jueves 2, se publica el octavo álbum de estudio de Underworld, Barking (Cooking Vinyl). Hyde y Smith han escrito los nueve temas, participando en la producción diferentes colaboradores, a base de house, trance, drum 'n' bass y dubstep (una fórmula bastante sobada a estas alturas de la película). La gracia radica en la edición de lujo, que viene acompañada de un dvd donde se recogen clips de cada tema del disco y un segundo cd con versiones alternativas de los mismos. Ni rastro de actuaciones aquí, a diferencia de los otros dos lados del triángulo mágico de la electrónica popular, Orbital y Chemical Brothers, que ya hicieron acto de presencia este 2010.
La primera semana de julio de 1985 Zang Tumb Tuum (ZTT) publicaba The Action Series 13, Propaganda - A Secret Wish, el primer y único álbum del cuarteto alemán para el sello de Trevor Horn y Paul Morley. Propaganda venía de Düsseldorf, y estaba formado por las cantantes Susanne Freytag y Claudia Brücken, y por los músicos Andreas Thein, Ralf Dörper (Die Krupps) y Michael Mertens. Paul Morley los fichó para ZTT y se establecieron en Londres a principios de 1984. Lo primero que editaron fue el single Dr. Mabuse (en abril llegó al nº 27 en el Reino Unido, y al 7 en Alemania). Después de ese bautizo de fuego, Thein abandonó el grupo, y Mertens cogió más prontagonismo en el mismo. Llegó el momento de la puesta de largo, y se dió la circunstancia que Trevor Horn estaba liado con la promoción y marketing de Welcome To The Pleasuredome de Frankie Goes To Hollywood. Eso significó que no se puedo hacer cargo de la producción del larga duración de Propaganda, honor que recayó en Stephen Lipson, uno de los ingenieros del estudio de Horn. Lipson empezó a calentar motores en abril del 85 con el segundo single del grupo, Duel (nº 21 en Gran Bretaña). Y por fin, a los tres meses, se editó A Secret Wish, que alcanzó el nº 16 en el chart inglés. Sacaron un tercer single en agosto, P:Machinery (nº 50), y el resto del año se lo pasaron de gira (el Outside World Tour). En noviembre se publicó el disco de remezclas de A Secret Wish, Wishful Think (nº 80 en las listas británicas). Y después la gran huida hacia delante (problemas legales con ZTT provocaron que abandonaran el sello, a la vez Brücken dejaba el grupo para iniciar su carrera en solitario). En apenas dos años, Propaganda pasóde la gloria a estar sin contrato discográfico. Fue el principio del final... y seguido. El 19 de julio pasado, ZTT - Salvo lanzó A Secret Wish Deluxe Edition (25th Anniversary). Es un doble cd remasterizado de 152 minutos a cargo del curator Ian Peel. Recoge en el primero, y bajo el título de The Dark Religious Depart..., la edición original del cd de 1985 más las denominadas variaciones analogicas (seis cortes de la edición original del vinilo/cassette de 1985). En el segundo, titulado ...And Sweet Science Reigns, está la mezcla de 20 minutos del cassette de Duel, la versión inédita del 12" de Dr. Mabuse, el 7" de P:Machinery, cortes separados que aparecían juntos en Wishful Thinking (Though Part One and Two), versiones de diez minutos de P:Machinery y Sorry For Laughing... El complemento ideal al recopilatorio Outside World (2002), que recogía caras b, versiones en 7 y 12", cassette singles y vinilo white-label de la época ZTT del grupo. En definitiva, un disco importante de la década de las ochenta, esa que vió la eclosión del culto al sintetizador. Como la guinda al pastel de esta celebración, hay que decir que según el libreto que incluye esta edición, el cuarteto original (Mertens, Brücken, Freytag y Dörper) está trabajando de nuevo desde la primavera pasada. Veremos en qué acaba la cosa, visto lo visto anteriormente. Rur
La dictadura del mal gusto aún campa a sus anchas por el reino de la música. Mientras tanto, propuestas interesantes sufren lo indecible para seguir adelante. Y para muestras, dos botones.
Las dos últimas obras de Ladytron se han editado de foma casi semiclandestina. Live At The London Astoria 16.07.08 (2009) salió en su propio sello, Ladytron Recordings, con una tirada de 1000 ejemplares. Y Velocidero (Remixed & Rare) (2010) es una recopilación de 13 remezclas, de su último álbum de estudio, en formato mp3 a 320 kbps. Sin comentarios. Además, parece ser que su nuevo lanzamiento será un grandes éxitos (con dos temas nuevos) que saldrá a finales de año. ¿En qué formato? ¿Con Nettwerk o probarán suerte con otro sello (ya llevan cuatro)? Próximos enigmas a resolver.
Otro ejemplo de anomalía es Client. Después de empezar en el sello de Andy Fletcher (pasó a mejor vida después de dos años y habiendo editado sólo a un artista), las británicas han acabado grabando para un sello alemán, Out Of Line, especializado en sonidos bastante más oscuros que los uniformes que lleva el trío, menos mal que editan regularmente (este año toca sacar algo). En el intermedio sacaron cuatro discos (dos en directo, uno de demos y otro de remezclas) que se venden en la tienda de su web.
Mientras tanto, hay infinidad de grupos sin contrato o autoeditándose. Es el signo de los tiempos, que diría Prince el incomprendido.
La escena sintética ochentera inglesa se pone otra vez en marcha. Y lo hace a lo grande, nada de festivales corales de segunda división por provincias. Giras inglesas (la del grupo de Liverpool es europea) de calado para este otoño-invierno para tres de las bandas más importantes de ese movimiento post-punk que reivindicó el sintetizador.
Los primeros en desembarcar serán OMD. El 20 de septiembre saldrá su nuevo álbum de estudio, History Of Modern (Blue Noise - 100% Records), el primero desde 1986 con la banda al completo (Cooper, Holmes, Humphreys y McCluskey). Produce Mike Crossey (Arctic Monkeys y Keane) y dieña la portada el incombustible Peter Saville. Del 16 de octubre al 25 de noviembre (21 bolos) saldrán a presentarlo por Shanghai, Gran Bretaña y parte de la Europa continental. Visto lo visto (y oído), no estamos ante lo que no pudo ser después de Dazzle Ships. Como me dijo alguien, se han olvidado de hacer buenas canciones. Y eso es lo principal para poder mantenerse.
Lo de Heaven 17 es más alimenticio. Tour inglés de 8 citas (del 22 de noviembre al 1 de diciembre) para celebrar la publicación de la edición superlujosa por parte de EMI para este otoño de Penthouse And Pavement (1981). Interpretarán todos los temas del disco y un gran bis a golpe de los éxitos del trío de Sheffield (ya sólo quean dos) e incluirán un montaje visual especial que han hecho varios artistas y diseñadores gráficos para cada tema. Pinta bien porque no se arriesgan a enseñarnos qué hacen ahora.
Y por último, The Human League presentará su nuevo disco, el primero para Wall Of Sound, en una serie de 16 conciertos (del 29 de noviembre al 18 de diciembre) por su país. La publicación está prevista entre septiembre y noviembre, y corre el rumor que está producido por ex miembros de All Seeing I. Poco más ha trascendido de su vuelta al ruedo discográfico. Mientras tanto, la gran novedad es que ya tienen web oficial, http://www.thehumanleague.co.uk/. Nada que opinar porque nada más se sabe, pero Secrets (2001) estuvo a muy gran nivel, así que sólo queda esperar que mantenga el mismo nivel.
"En el mes de septiembre termina el verano, las clases empiezan. Llega una nueva temporada mientras se aproxima el otoño. Una época del año para preparar sueños, e Interpol publicará su cuarto álbum de estudio. Con título homónimo y autoproducido, estará disponible en todo el mundo a mediados de septiembre. No podemos esperar para compartir nuestro nuevo esfuerzo con todos vosotros. Acabamos de anunciar algunos conciertos y esperamos veros pronto".
De esta manera tan próxima, Interpol habla, vía web, de Interpol, su nueva obra. Ahora son tres (Carlos Dengler, el bajista, abandonó el barco después de terminar la grabación en mayo), publican en su propio sello, Soft Limit, e intentan volver al sonido de su primer trabajo con un trabajo elegante y orquestal. El disco ha sido grabado en los Electric Lady de Nueva York, y mezclado por Alan Moulder en Londres. Desde el 11 de agosto, y hasta el 7 de diciembre estarán de gira presentándolo. A destacar las catorce fechas donde telonearán a U2 en Europa y Norteamérica. Para estos directos contarán con un par de músicos de apoyo: Dave Pajo (Slint) en el bajo y Brandon Curtis (Secret Machines) en los teclados y coros. Aquí los veremos en San Sebastián (26 de septiembre), Granada (28), Sevilla (30), Santiago de Compostela (1 de octubre), Barakaldo (5), Madrid (13 de noviembre) y Barcelona (14). Y para abrir boca, dos adelantos: el clip de Lights y el mp3 de Barricade. Pinta bien, pero no es para tirar muchos cohetes. Ya veremos cuando lo podamos escuchar entero.
"Creo que el house es un género que comercialmente ha tenido muchisima repercusión, incluso más que el techno. Es un género del que parten un montón de estilos, pero que mantiene unas cualidades que lo han hecho mutar de mil maneras a lo largo de casi 30 años y, a pesar de todo, sigue siendo reconocible. Muchas veces la gente me ha preguntado como definiría el house, y no lo sé explicar, pero sé reconocerlo cuando lo escucho. Por lo tanto, he llegado a la conclusión que más que tener unos clichés de producción, el house se define más a partir del sentimiento que genera o lo que te hace sentir (el mítico house is a feeling que decían en Chicago). Actualmente, creo que se ha convertido en un género pop, en el buen sentido de la palabra: es decir, popular, y hoy miles de productores lo utilizan tanto para producir el último single de Madonna, como para hacer hibridos con nuevos géneros como el dubstep o 2step".
John Talabot
Detrás de estas palabras hay un geniecillo barcelonés enmascarado. Ha remezclado a Glasser, Delorean, Zwicker, Aufgang, The XX, Al Usher, Blue Daisy y AFFKT. Ha grabado dos maxis , el primero para Hivern Discs, Sunshine, que ha tenido dos ediciones, y el segundo para Permanent Vacation, My Old School. Y en cartera tiene un tercero, y el esperado álbum de debut de marras. Lo suyo es un cóctel de old school disco, deep house, italo y africanismo cósmico (toma ya con la etiqueta que me acabo de sacar de la manga). Esperemos que esto sea el principio de un renacer de la paupérrima escena electrónica patria.
El 27 de septiembre Adrian Nicholas Matthews Thaws, más conocido como Tricky, dará a luz su noveno disco de estudio, Mixed Race, el segundo que saca con Domino. Colaboran en el mismo, Franky Riley (la voz femenina que suena en todo el álbum), Terry Linn, Bobby Gillespie, Hakim Hamadouche, Blackman y su hermano Marlon Thaws. Diez canciones para reivindicar lo que es, un bicho raro con mucho talento. Por cierto, se ha reconciliado con sus antiguos colegas de Massive Attack, y se comenta que quizás colabore en su próxima obra enlatada (Martina Topley-Bird ya lo hizo en Heligoland). El grupo salvaje cabalga de nuevo.
La penúltima esperanza blanca, The Drums, tiene muy buenos amigos. Sus dos últimos singles, Forever And Ever Amen y Let's Go Surfing, han sido remezclados por Saint Etienne (otra vez en el ojo del huracán) y The Raveonettes, respectivamente. Cada uno ha arrimado descaradamente la sardina a su ascua, y eso no ayuda presisamente a justificar el porqué de algunas "reinterpretaciones". Pero lo importante es que el pop no se queda atrás en eso de la modernidad, respecto a la desinflada música avanzada. Por cierto, me vuelvo a inclinar por Stanley & Wiggs Asociados. Rur http://soundcloud.com/cdxcloud/the-drums-forever-and-ever-amen-saint-etienne-remix http://soundcloud.com/user7676899/the-drums-lets-go-surfing-the-raveonettes-remix
Hoy y mañana tocan en Barcelona. Entre ayer y hoy me he bajado casi toda su discografía. No iré a verles. Además, no creo que queden entradas. Eso sí, me he quedado enganchado de la remezcla que Saint Etienne les ha hecho. Nunca un grupo americano ha sonado tan inglés.
Según la FNAC, el 7 de septiembre saldrá el nuevo dvd de Depeche Mode, Tour Of The Universe: Live In Barcelona. Según Depeche Mode Lounge no será hasta noviembre. Dirige Russell Thomas, fotografía Simon Hawken y produce JA Digital. Mientras tanto, que os sirva de aperitivo lo que hizo Anton Corbijn para el cuarteto entre 1988 y 1990, Strange y Strange Two, el punto más álgido de la carrera del grupo de música electrónica que más discos ha vendido en la historia.
Suede sólo dará un concierto de esta nueva gira de resurrección en España. Será en Barcelona el 26 de noviembre en Razzmatazz. La semana que viene me pienso agenciar la entrada. Mi "problema" es que siento demasiada devoción por este grupo para dejar pasar esta oportunidad. Si unos aman a Wilco o a Radiohead sobre todas las cosas, otros cometemos pecadillos de poco calado.
Lo nuevo de John Foxx se llama D.N.A. Salió a principios de junio en su sello Metamatic, y es un proyecto audiovisual que recoge en un cd y en un dvd colaboraciones musicales con Steve D'Agostino, Steven Jansen, Harold Budd y Ruben Garcia, y visuales con Karborn, Steve D'Agostino, Ian Emes, Macoto Tezka y Jonathan Bambrook, para dar una nueva vuelta de tuerca a su concepto de banda sonora electro-ambient. Como siempre, absolutamente recomendable. ¿Cuándo lo veremos en el Sónar?
Somos los chicos de los pisos inclinados por el peso de todo ese vinilo mal distribuido. Somos los chicos de las expedit llenas. Los de las peleas conyugales por espacio, los de las pilas de "nuevas entradas" que crecen hacia el horizonte, somos los que pedimos que nos falsifiquen el ticket de compra en las disquerías para que -a efectos maritales- parezca que hemos comprado menos.
Somos los chicos de los ojos fijos y los dedos sucios. Somos los arqueólogos del lp. Los de la memoria fotográfica para años y sellos y miembros e instrumentos y portadas y números de serie. Somos los que podemos pasar dos horas, tres horas, cuatro horas, cinco horas, todas las horas, buscando en cajones de discos de todo a 3 euros con la esperanza de encontrar algo. Somos los que, cuando cinco horas más tarde aún no hemos encontrado nada, nos obligaremos a encontrar algo vagamente digno que justifique el tiempo empleado (Kid Creole, el All Right de Christopher Cross, Nilsson barato, MOR no vomitivo, Kitchenware de segunda fila, algo de Creation mitad-de-los-90, 99 Red Balloons, el disco de Poison Idea que está en todas partes, Ned's Atomic Dustbin, Cat Stevens, lo que sea).
Somos los snobs de los discos. Sabemos lo que queremos, y vamos a conseguirlo. ¿Hablar con aficionados? ¿Hablar con no-creyentes? Para nosotros, esto es una religión. Y, como dice el Lermontov de Las zapatillas rojas, "a uno no le gusta ver su religión practicada... así". Lo que somos, tiene valor. Lo que somos, implica una gran cantidad de horas, obsesión, sufrimiento, atención, dedicación, pasión extrema, búsqueda desesperante, investigación detectivesca, debate interminable y eterno sobre puntos e íes. Nuestra figura, tiene que ser reivindicada. Creo que era en el Head-On de Julian Cope donde se reivindicaba la figura del descubridor de discos, el turner on, el tipo que ilustró a otra gente en la existencia de determinados discos magníficos, cambia-vidas, líneas-en-la-arena-y-una-vez-las-has-cruzado-ya-está, discos gloriosos, catárticos. Ese tipo no tenía necesariamente que escribir en un fanzine o tocar en un grupo; el mero hecho de ir por el mundo haciendo que la gente prestara atención a los discos adecuados era suficiente marca de respeto y sabiduría y apasionamiento.
Somos ese tipo.
Somos los que dejamos de desayunar durante una semana para conseguir un disco. Tan solo ese gesto, por sí solo, define cuál es la implicación original -adolescente y obrera- en todo este lío de los discos. Somos los que robamos para conseguirlos. Los que tuvimos ataques de asma entre cajones. Los que nos peleamos por ellos en bares. Puñetazos por los Jam no parece una tontería, ni siquiera hoy. Ni siquiera hoy.
Lo que somos, es: somos los enterados de los discos.
¿Es esto tan importante como para que la gente nos admire? "La vida te da la posibilidad de escoger entre el vestido cool y el vestido sin gracia", diría Tibor Fischer en su Voyage To The End Of The Room, "entre la música hecha por un músico inteligente y exigente y la hecha por un tontorrón con notas cansadas y robadas, y los que efectuamos la elección correcta deberíamos ser aplaudidos. Sin duda la vida es cribar las opciones correctas y ser aplaudidos por la gente correcta, ¿no?". Sin duda.
Somos los que grabamos cinta tras cinta a novias, amigos, amigas, desconocidos, futuras amantes. Cintas que reposan en cajas, en coches ajenos, cintas que se perdieron hace tiempo o son tarareadas aún en viajes a l'Empordà. Hicimos carátulas. Dedicatorias. Pusimos títulos absurdos e inventamos discográficas que no existían. Somos esos pobres locos, los que cada vez que conocieron a una mujer tenían automáticamente el dedo en el rec de grabar, casi sin darse cuenta.
Somos esos tíos penosos, sí.
Pero su pena, sólo los discos la podían curar.
Somos gente algo enferma, gente de ideas fijas y tradiciones largas, así que no nos vengas con mp3, cds grabados, ipods. Sólo por respeto, no vengas. Esto significa algo, estamos aquí batallando por la belleza del sonido y el receptáculo que lo almacena, por las cosas que importan, no podemos perder tiempo. Estas cosas nos preocupan. Hay demasiado que almacenar, buscar, grabar, pinchar, demasiada gente que humillar con nuestro conocimiento, demasiados utilizadores de la palabra "pop-rock" que poner en su adecuado lugar con un par de definiciones exactas y certeras de un sonido. Tantos discos, tan poco tiempo, tanto que conocer, tanto espacio que usar.
Esto somos.
Somos los chicos que se van a divorciar. Los que olvidan los potitos, pero saben todas las reediciones venideras. Los que tienen 17 años mentales y, encima, bajan a 14 cuando escuchan punk rock. Los que bailan a los Fleshtones en calzoncillos, aún. Los que ponen monedas encima de los brazos del tocadiscos. Los que saben qué disco va con cada cena, viaje, mañana, polvo, cumpleaños, fiesta, amigo, tía, resaca. Los que cantan las canciones con el salto de la aguja incorporado. Los que se enamoran y graban cintas, y luego ven a la chica marchar con el deportista cenutrio, una y otra vez. Los que se enamoran y graban cintas, y de golpe funciona y la chica dice ésto es increíble, creo que te amo y, en efecto, nadie puede creerlo, nosotros mucho menos. Somos los del dolor del pasado y la angustia del futuro, y entremedio, discos. Discos para todo. Para mitigar la pena y potenciar la exhilaración. Discos para una boda. Discos para un entierro. Discos para nuestra cordura y también para nuestra locura. Si no te gustan los discos, ¿qué te gusta? Vamos a tu casa a escuchar discos, y a la mierda todo lo demás.
Sinceramente, este año todo me llega con retraso. Pero vivimos momentos donde todo llega rápido, pero se va muy lento. Y este es el caso de la música pop. Y para muestra un botón: ¿qué coño está pasando en el país de Laudrup con la electrónica que hace que me guste tanto?
Anders Trentemoller es un figurón. Desde 2003 ha publicado sin parar maxis, eps, lps, remezclas y sesiones. Es autor de una banda sonora (What no one knows) y actúa en directo en formación de trío (además de productor y dj es multiinstrumentista). Lo suyo es un electro-techno minimalista muy ligado al dub. Este próximo octubre estará por aquí (el 19 en Barcelona y el 20 en Madrid).
Lulu Rouge son unos perfectos desconocidos aquí. Son un dúo, Thomas Bertelsen (DJ T.O.M.) y Torsten Bo Jacobsen (Buda), de productores y djs. Tienen un único lp, Bless You (2008). Y lo suyo es downtempo oscuro y muy dubby. El nexo de unión con el capo Trentemoller es que además de ser remezclados por él, DJ T.O.M. estuvo tres años de gira con el gurú danés.
Y estos son sólo dos ejemplos de lo que se cuece allí arriba.
El sello alemán !K7 no ha muerto, ni mucho menos. En este 2010 nos ha regalado un sampler de diez temas de lo último que ha publicado. A destacar pesos pesados del calibre de Bomb The Bass, Underworld (fabrican un recopilatorio para el sello), Tosca, The Herbaliser o Matthew Herbert. Jazz, tech-jazz, techno, funk, disco, r&b, post-punk, pop, dance, avant-garde y soulful para las masas. ¡Larga vida a la música moderna!
Lucho Prósper (Oviformia SCI, Heróica, Fangoria y Actibeat) y Big Toxic (Smol Tosi, Fangoria y Dirty Princess) por fin se han encontrado. Y de este choque de trenes en alta mar ha nacido el proyecto electrónico más interesante desde que Vanguard pasó a mejor vida. Letras afiladas y sonidos sintéticos y oscuros para contrarrestar un final de década sumido en la vacuidad más absoluta. Prometen que su puesta de largo saldrá este mes: Principios De Siglo (Mad Dildo - PIAS). Se prevee polémica para lo que resta de año. Que así sea.
"Lo más precioso de la vida de Joy Division es que no eran comerciales. Era muy complicado conseguir algo de ellos en esos momentos. Hay muy pocas entrevistas y fotografías suyas. Mientras más complejo sea acceder a la información de una banda, más valiosa se vuelve. Hoy en día es tan fácil encontrar cualquier cosa en Internet, que las bandas han perdido el valor de rareza. Antes no tocaban por el dinero o ser populares, hoy es casi imposible que una banda trabaje sin una idea comercial en la cabeza". Grant Gee
En los últimos tiempos, la figura de Joy Division, y más concretamente la de Ian Curtis, los ha convertido en el último gran ícono pop de finales del siglo XX. Se han promovido documentales, libros, discos, exposiciones... y hasta una película, siendo absorbido completamente su legado por el mainstream alternativo. Pese a todo nos quedará la música, nada fácil para ciertos oídos contemporáneos demasiado amaestrados. De todo lo que ha provocado esta reivindicación orquestada, el documental Joy Division (2007, 93 min.) de Grant Gee es de lo más recomendable. Primero, por su director y su guionista (Jon Savage). Segundo, por los numerosos y cruciales participantes (Bernard Sumner, Peter Hook, Stephen Morris, Tony Wilson, Peter Saville, Anton Corbijn, Annik Honoré, Genesis P. Orridge, Paul Morley... casi todos los que vivieron en directo la eclosión del cuarteto post-punk, menos Deborah Curtis, de la que sólo aparecen sus palabras escritas. Y tercero, por la cantidad de material audiovisual inédito que Grant Gee ha utilizado para armar esta biografía pormenorizada de estos hijos de la post-industrial Manchester. Y como aquí queremos divulgar todo lo que va saliendo interesante en el mundo de la música pop, y pese a los tres años transcurridos desde su estreno, hemos optado por colgarlo para que quién no lo pudo disfrutar en su momento, pueda hacerlo ahora. Rur
Nacho Canut primero fue Calígula 2000. Y cuando llegó 2001, se puso Jet 7 de nombre. En 2006 se estrenó discográficamente. Sus dos primeras obras fueron sendos cds de remezclas (el segundo va acompañado de un dvd con siete creaciones videográficas hechas a partir de temas inéditos suyos): Informalismo Abstracto (Isaac Junkie Records, 2006) y Reconstructivismo Exacto (Suburbia, 2007). En 2008 apareció su primer álbum con material original, Plan B (Suburbia). Y en mayo de este año, el segundo, Cactus (Suburbia).
Lo que hace Nacho al margen de Fangoria tiene poco que ver con el grupo que le ha devuelto a la fama. Lo suyo es una suerte de tecno-muzak instrumental que podría pasar por ser la banda sonora de una serie de televisión de ciencia ficción de finales de los sesenta de culto o el lounge electrónico que sonará próximamente en los chill outs del siglo XXIII. Títulos increíbles para música hecha con mucho sentido del humor, cosa que falta muchas veces en este mundo tan serio de la música avanzada y el arte multimedia.
Synth Britannia es un documental de 90 minutos de 2009, producido por BBC4 y dirigido por Ben Whalley, dedicado al nacimiento y posterior desarrollo de la música electrónica popular en Inglaterra durante la década de 1975-1985. La gracia del asunto es que participan con sus comentarios Richard H. Kirk, Bernard Sumner, Phil Oakey, Wolfgang Flür, Andy McKluskey, Martyn Ware, Daniel Miller, Paul Humphreys, John Foxx, Cosey Fanni Tutti, Chris Carter, Gary Numan, Suzanne Sulley, Johanne Catherall, Martin Gore, Vince Clarke, Andrew Fletcher, Dave Ball, Alison Moyet, Midge Ure, Chris Lowe y Neil Tennant, la flor y nata del asunto tratado. Todo tiene un aire bastante intelectual porque utilizan al escritor Simon Reynolds como hilo conductor y no paran de de citar a J.G. Ballard como influencia clave de estos músicos post-punk. Musicalmente, todo nace de la inspiración de Kraftwerk, Giorgio Moroder y Walter Carlos, y se centra en las ciudades de Londres, Liverpool, Manchester y Sheffield. Durante el último Sónar se proyectó este interesante documento de lo que fue el ascenso y caída de eso que se llamó tecno-pop.
Sinceramente, no me acuerdo de la última vez que salió Self. Seguro que han pasado más de diez años, de eso no hay duda. Y ahora, será por la apatía general en la que estamos sumergidos, por la necesidad de volver a escribir de nuevo, o porque sí, creo que ha llegado el momento de resucitar algo que no debería haber muerto. No pretendo nada, no quiero nada, sólo divulgar buena música en estos tiempos tan áridos. Los estilos puros pasaron a mejor vida, así que Self abandona su etiqueta electrónica para convertirse en una pasarela que no necesita certificados de ningún tipo. La calidad es su única divisa. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero eso no deja de ser una leyenda urbana. Regreso al futuro...