La Semana Santa quedó atrás, así que la celebración de la resurrección entre los muertos es un buen momento para repasar qué ha pasado últimamente. Y hay que empezar obligatoriamente por la ambición rubia. MDNA y todo lo que arrastra, ha sido el último aldabonazo, y la onda expansiva dura, y durará más de lo que pensaban muchos. El disco no es malo, ni mucho menos, pero no aguanta según que comparaciones. Lo mejor es aislarlo, y escucharlo con las orejas bien abiertas. Ella está en buena forma, y es tan buena en lo suyo que las demás no pueden ni contemplar como su alargada sombra se mueve elegantemente. Además, sabe rodearse de gente perfectamente utilizable para alcanzar sus objetivos. Dignidad inteligente al alcance de muy poc@s. Y como siempre, ella vale más por la estrategia que por la magia.