20 ago 2012

IBERIA SINTÉTICA


Hay un sello en Barcelona que se ha empeñado en rescatar los restos del naufragio de cierta cara oculta de otra movida nacional ochentera, ésa que rindió un culto incipiente a las máquinas generadoras de sonidos y ritmos. No todo fue Aviador Dro (que ellos también tocan) y efectos colaterales. Hubo francotiradores que nunca salieron de entre las ruinas. Fue el caso de TodoTodo, La Caída De La Casa Usher, Línea Vienesa o Autoplex, entre otros. Y ahora es el momento de que lleguen restaurados a nuestras ávidas orejas, faltas de maná interesante pese al tsunami de oferta reinante. Se aprecia este afán recuperador porque quizás el futuro se encuentra en el pasado.