Seguimos recuperando esas joyas que nos trajo 2010, y que por una u otra razón se quedaron durmiendo el sueño de los justos. Ahora le toca el turno al ignorado Mark Van Hoen (Seefeel, Locust, Autocreation). En abril pasado editó su último álbum en solitario, Where Is The Truth (City Centre Offices), una aproximación interesante a una suerte de ambient pop de tintes analógicos y oscuros. Mark se ha trasladado a Brooklyn, pero su música sigue siendo eminentemente europea. Un ejemplo más de ese tipo de músicos que prefieren seguir su prpio camino a venderse a los cantos de sirena de las modas, que una y otra vez van distorsionando los efectos reales de la creatividad. Esos que nunca verás en determinados festivales postmodernos, pese a lo avanzado de su propuesta. Menos mal que cierta industria discográfica nunca los dejará de lado.
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