31 ago 2010

LOS ÚLTIMOS DE LA FILA





Tengo la impresión que todo lo que viene de las islas británicas está cortado por el mismo patrón. Suena impoluto, es fácil de asimilar, luce bonito de ver... pero carece de lo más elemental que se le puede pedir a un producto pop: no hay ni rastro de emoción alguna. Desde Editors o Franz Ferdinand nada me ha dejado con la boca abierta. Y curiosamente, desde la "conservadora" Norteamérica, nos llegan ciertos intentos de reivindicar aquello del factor sorpresa en este 2010. Gracias a un blog llamado The Last Dancer (para nuestra desgracia ya no existe, y alguien ha gaseado la mayoría de sus links de descarga, lo que me ha privado de descubrir más gemas), he conocido el debut discográfico en plan álbum de tres nuevos grupos: Veil Veil Vanish, Foxes In Fiction y The Delta Mirror.
VVV son un quinteto de San Francisco. Lo suyo es la reivindicación por enésima vez de aquello etiquetado como after punk. A mí me suenan mucho más a The Cure que al resto de sus coetáneos. No son nada originales, pero lo que hacen lo hacen muy bien. Sonido arrebatador gracias al productor Atom (Yeah Yeah Yeahs, Maximo Park), bonita portada y un sello con experiencia en el rollo gótico, Metropolis. Change In The Neon Light se llama su puesta de largo.
Mucho más interesante me resulta Foxes In Fiction. Detrás de este proyecto unipersonal está Warren Hildebrand, canadiense de Ontario, que desde su apartamento nos da una buena dosis de indietrónica de la buena, esa que es delicada y melancólica, pop y experimental, evocadora y contagiosa a la vez, en una cantidad generosa para nuestros oídos, sedientos de estímulos inteligentes a estas alturas de la película. Graban para Moodgadget, y se lanzan al vacío con Swung From The Branches (la portada es fiel reflejo de lo que hay dentro).
The Delta Mirror están en medio de los dos anteriores. Ni oscuros, ni electrónicos, pero inversamente proporcionales, beben de ambas fuentes para parir algo parecido a un shoegazing tristón de primeros de siglo. Son un trío, vienen de Los Angeles, graban para Lefse Records y se estrenan con Machines That Listen. Otro ejemplo más de que los americanos son más europeos que los propios europeos cuando se lo proponen, y que son capaces de darnos lo mejor y lo peor que te puedas imaginar (en este caso, lo mejor, y con creces).
Está visto que se aburre quien quiere, los caminos del pop son inescrutables.
Rur