17 sept 2010

ZEALAND



"Por supuesto no quería hacer el mismo disco dos veces, cosa que me habría aburrido. Solamente sabía que quería que la música fuera más orgánica, caliente y alejada de la sonoridad electrónica estandarizada".
El segundo single del segundo álbum de Anders Trentemoller ya está aquí (...Even Though You're With Another Girl). Y coincide ese aterrizaje con el hecho de que ya tengo, por fin, Into The Great Wide Yonder (In My Room, 2010), cuatro meses después de su publicación. Lo siento, demasiado tiempo viviendo en el extrarradio de la modernidad más cool. Bueno, tengo que decir que me gusta. No voy a cuantificar cuánto porque eso depende de las veces que lo haya escuchado, y por ahora sólo ha sido una. Pero pinta bien. Es más, están saliendo ciertas obras de ciertos músicos, que están redimensionando de una manera muy interesante el oscuro presente que estaba viviendo eso de la música avanzada. Será que en momentos de crisis, es cuando triunfa el riesgo y la imaginación. Hay algo en el trabajo de Trentemoller que me atrae poderosamente. No sé si es esa visión tan cinematográfica de su música (ya ha compuesto dos bandas sonoras para dos pelis danesas) o esas falsas guitarras áridas a lo Ry Cooder, o el dramatismo contenido de las voces, pero lo cierto es que hay algo que resulta atrayente y fascinante durante la escucha de la propuesta orgánica del gran Trentemoller.
Y como nota curiosa, me he dado cuenta que los protagonistas de sus últimos dos clips, acaban levitando en medio de la acción de los mismos. ¿Será que Trentemoller provoca que flotes mientras suena cualquiera de sus temas? Yo aún no lo he conseguido, pero estoy en ello.
Rur